Vida: Pulsión de Vida y Muerte

La Vida entendida como tal supone que existe un Nacimiento, Crecimiento y Muerte; de modo que la Muerte formaría parte de lo que entendemos por Vida en conjunto, como un periodo de tiempo.

Introducción

El objetivo de este texto es describir cómo la Pulsión de Vida y Muerte actúan de forma conjunta en todo acto psíquico. Ambas conviven y van formando el Aparato Mental del Sujeto. Ocurre que pueden funcionar de forma que no concurra ambas con la misma cantidad o que haya una primacía de una sobre la otra y esto no presupone en si mismo que sea disfuncional.

Que en la adecuada combinación de ambas y siendo el representante fundamental de la Pulsión de Muerte el Sadismo, el resultado es la PsicoSexualidad desde la Oral a la Genital y como consecuencia de esto ocurre, no solo que se perpetúe la Vida en el sentido de la Biología sino que los procesos mentales derivados de esta complementariedad de pulsiones, son de salud, de investigación y creación ya que queda salvada básicamente la patología narcisista que no es inherentemente productiva ni actúa por el bien común ni social.

Que cuando esta combinación de Pulsiones no es adecuada, en el caso en que haya un exceso de Pulsión de Muerte, prima la existencia de una mayor cantidad de Pulsión de Muerte que actúa de dos formas: puede funcionar hacia el interior del psiquismo o bien hacia el exterior del mismo. En el primer caso, cuando el Sadismo tiene un carácter de actuación intrapsíquica es cuando el propio Yo es tomado como Objeto y este es el caso del Sadismo que ocasiona el Ideal del yo (Super Yo) al Yo. Descrito por Freud en “Duelo y Melancolía” y otras obras. Restringir la comprensión de esta actuación del Ideal del Yo al Yo sólo a los casos de melancolía parece reduccionista ya que entiendo y he podido observar que también se podría aplicar y entender este debilitamiento del Yo por la acción del Ideal a otras patologías que cursan como depresión menor, sentimientos de inferioridad que Freud lo sitúa en la base con el sentimiento de culpa (Lección XXXI) , masoquismo , sometimiento en general…Inclusive en la homosexualidad en la que obviamente la estructura no cambia a través del tratamiento, pero las angustias psicóticas, el carácter maniaco y la omnipotencia se aminoran disminuyendo por tanto el sufrimiento de la persona. Aquí claramente el sadismo sigue siendo el representante de la pulsión de muerte pero al no actuar enlazándose, en combinación con la Pulsión de Vida produce este tipo de patologías.

Interesante estudiar en este caso cuales son a mí entender las dificultades de que tiene el Yo para liberarse de este carácter sádico del Ideal, que son dos y su importancia en la Clínica y en la Técnica.

Introducir también en este apartado las relaciones con la Depresión como exponente de la Pulsión de Muerte y antagónicamente a la Manía como exponente de la Pulsión de Vida que pienso que autores como Melanie Klein desarrollaron más adelante.

En el segundo caso en que estas pulsiones no actúen conjuntamente o en cantidades parecidas, prevaleciendo la Pulsión de Muerte, es cuando el Sadismo actúa no hacia dentro, intrapsíquicamente como antes mencionaba, sino hacia afuera, pero no unido a la Pulsión de Vida sino separado de ella, y en este caso particular se presentarían las Perversiones. La Pulsión de vida ha perdido fuerza y el objetivo no es una Creación sino un placer en sí mismo sin ningún objetivo en la Realidad tanto en el orden vital como en el mental. Y el sadismo no es solo es observable en las patologías más fundamentales sino también en anomalías aparentemente neuróticas donde el carácter sádico se suele poner en evidencia en los vínculos con el objeto.

Este modelo que propongo de comprensión de las dos pulsiones es un Modelo de funcionamiento circular y cíclico. En un ciclo donde ambas existen solo que a veces es más evidente una que otra por una cuestión de cantidad.

Pulsiones de Vida y Muerte

La Vida entendida como tal supone que existe un Nacimiento, Crecimiento y Muerte; de modo que la Muerte formaría parte de lo que entendemos por Vida en conjunto, como un periodo de tiempo. Otras definiciones proponen: Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un vegetal hasta su muerte.

No podemos olvidar que el objeto del Psicoanálisis es lo mental, que esta imbricado en la concepción psicoanalítica de la Sexualidad (desde el nacimiento) y en la Pulsión y que esta deviene de la Biología, de lo Orgánico…de ahí que hablemos de desarrollo Psicosexual y que este parámetro particular distingue al Psicoanálisis de otras concepciones psicoterapéuticas.

De ahí que no es difícil deducir que si la vida biológica comprende la Muerte; la vida psíquica, la mental entiende que existan por un lado una fuerza o Pulsión de Vida y otra fuerza distinta que es la Pulsión de Muerte.

Un atributo común a las dos es el carácter libidinal que está en ambas pulsiones ya que las dos (conjuntamente o por separado) buscan la descarga o el alivio de tensión, como aspiración psíquica fundamental; es decir, que ambas funcionan según el Principio Económico de Constancia.

EL Objetivo principal de la primera es UNIR y el de la segunda SEPARAR, ambas comparten que para funcionar necesiten agresividad. Tanto para lo uno como lo otro (unir o separar) implica energía, empuje. En algunos momentos hay un equilibrio de los dos y en otros no; pero lo que parece innegable es que si estuviésemos sometidos solo a la acción de la Pulsión de Vida sería tan agónico y mortal como el estar sujetos solo a la Pulsión de Muerte; de manera que en sus extremos su carácter actuador es el mismo: la Destrucción.

Decía Freud:

“Cuando por primera vez en “Mas allá del Principio del Placer mi atención fue despertada por el impulso de repetición y por el carácter conservador de la vida instintiva. Partiendo de ciertas especulaciones sobre el origen de la vida y sobre determinados paralelismos biológicos deduje que además de del instinto que tiende a conservar la sustancia viva y a condensarla en unidades cada vez mayores debería existir otro antagónico de aquel que atendiera a DISOLVER estas unidades y a retornarlas al estado más primitivo, inorgánico”.(“El malestar en la cultura”)

Entiendo que la Pulsión de Vida necesita ser “frenada” por la Pulsión de Muerte ya que por sí sola actuaria como la Manía: supondría avanzar y avanzar sin parar, sin posibilidad de Re-parar. Es cuando el Pensamiento es de carácter maniaco, omnipotente. Que no lleva a nada, donde nada daña y todo vale. La manía supone un desgaste y un peligro para el aparato mental.

Complicado concepto el de Pulsión de Muerte que parecería que solo contiene elementos patológicos y de carácter maléfico; nada más lejos, también es necesaria esta Pulsión que equilibra, contrarrestara la Manía de la Pulsión de Vida y protege al individuo.

En “El Porque de la Guerra” escribe Freud y refiriéndose a estas dos pulsiones principales: “Llegados aquí, no nos apresuramos a introducir los conceptos estimados de” bueno” y “malo”; uno cualquiera de estos instintos es tan imprescindible como el otro y de su acción conjunta y antagónica surgen las manifestaciones de la vida”.

Es necesario el carácter depresivo, propio y esencial de la Pulsión de Muerte para la evolución del aparato psíquico. Es necesario Parar, Separar y hacerlo con fuerza. Su función es fundamental en los procesos de duelo, en el cambio constante al que la realidad nos somete, en la retirada necesaria que se produce en los procesos de sublimación inclusive, también se supone que está actuando bajo la Pulsión de Muerte como se puede deducir de algunos pasajes en “El Yo y el Ello”.

El abordaje fundamental de este trabajo es la comprensión de que ambas Pulsiones son dinámicas, las dos pulsiones, Pulsión de Vida y Pulsión de Muerte actúan de forma conjunta, y lo que me parece importante y sobre todo constitutivo del psiquismo: colaboran en Pro de ese ciclo de Origen y Cesación que es la Vida y que también es constitutivo del aparato Psíquico como particularidad humana que tiene un origen y cuyo destino es la cesación, hecho que comparte con el resto de los seres vivos.

Ambos instintos se conducen de una forma estrictamente conservadora, tendiendo a la reconstitución de un estado perturbado por la génesis de la vida; génesis que sería tanto de la continuación de la vida como de la tendencia a la muerte”. “El yo y el ello”.

Indudablemente lo que distingue al humano del resto de seres vivos es su capacidad de Pensar ( Simbolizar ) que ha supuesto un gran triunfo conseguido a lo largo de miles de años de evolución pero que acaba de alguna manera también pagando un tributo de enfermedad como consecuencia de ese logro de la cultura o civilización; así que incluso visto desde una perspectiva más amplia y casi antropológicamente parece que la propia evolución, la esencia de la evolución humana, introduce necesariamente un carácter en cierta manera regresivo y de carácter mortal que es la enfermedad mental. Encontramos aquí que La Fuerza de Vida y la Fuerza de Muerte están destinadas a encontrarse, a convivir.

De la actuación conjunta y equilibrada de ambas pulsiones se capacita la constitución de un aparato mental que sea útil y sano; que este pueda crear vida, reproducirse biológicamente hablando pero también analogamente que logre estadios mentales que otras estructuras mentales que no son las propiamente neuróticas no alcanzan en el orden del pensamiento

Este sentido de cooperación de las pulsiones lo pone Freud de relieve en “Nuevas lecciones de Psicoanálisis” (1932),”De la colaboración y pugna de ambos instintos surgen los fenómenos de la vida a los que la muerte pone fin”

De la mezcla de estos dos instintos escribe también:” Oponíamos pues que en el sadismo y en el masoquismo tenemos ante nosotros dos acabados ejemplos de la mezcla de ambos instintos, del Eros con la agresión y suponemos que tal relación es prototípica y que todos los impulsos instintivos que podemos estudiar se componen de tales mezclas o aleación de ambos instintos”.

Más adelante, Freud puntualizara:” Naturalmente en las más diversas proporciones”, es decir que da importancia a lo cuantitativo en la comprensión del funcionamiento de estas pulsiones.

Lógicamente este es un logro. Las dos tienen un objetivo preservar la Vida en el sentido antes descrito. La manera más clara de esta preservación es en la unión sexual ya que resulta obvio que sin esta acción sería imposible el futuro humano.

“Si no se quiere abandonar la hipótesis de los instintos de muerte no hay más remedio que unir a ellos desde el principio los instintos de vida.”Más allá del Principio del Placer “(1920).

Y precisa: “Nosotros, no afirmamos que el único fin de la vida sea la muerte; no dejamos de ver junto a la muerte, la vida.”Nuevas lecciones introductorias al Psicoanálisis” (1932).

“Se nos dividen dos instintos en los que creemos en dos grandes grupos: los eróticos que quieren acumular cada vez mas sustancia viva en unidades cada vez mayores y los instintos de muerte que se oponen a esta tendencia y retrotraen lo vivo al estado inorgánico “. “Más allá del Principio del Placer” (1920).

En varios textos explica Freud como se ensamblan ambas pulsiones:

“El sadismo es el representante del instinto de muerte que fue expulsado del yo por el influjo de la libido naciente; de modo que no aparece sino en el objeto .Este instinto sádico entraría, pues al servicio de la función sexual.””Más allá del Principio del Placer” (1920).

Según nuestra teoría los instintos de destrucción orientados hacia el exterior han sido desviados de la propia persona del sujeto por mediación del Eros.”El yo y el ello”

Para Freud en la segunda Teoría de las Pulsiones propone que la Pulsión de Vida comprende tanto la Pulsión Sexual como la de Autoconservación. Mi comprensión difiere de la de Freud ya que entiendo que donde se haya precisamente el Principio de Autoconservacion: tanto del individuo como de la especie, es en la unión, en la convivencia adecuada de ambas pulsiones de Vida y Muerte en esa actuación conjunta de ambas.

La sexualidad desde el principio, desde la oralidad precisa del componente sádico de la Pulsión de Muerte para conseguir alimentarse, estar Vivo, permanecer con vida fuera del útero materno donde todo le venía dado.

El nuevo ser necesita salir de sí mismo, hacia fuera; es un primer momento de carácter agresivo en cuanto implica una separación. Y la separación implica que se realice fuerza. Fuerza para separarse, sino supondría un retorno a ese Narcisismo Primario de Muerte (A. Green) y sus respectivas patologías. Se aprecia como ya desde el principio, Pulsión de Vida y Muerte actúan conjuntamente, colaborando.

En el final del desarrollo Psicosexual, con la consecución de la sexualidad plenamente alcanzada (heterosexualidad), se establece que en la realización de la sexualidad se perpetua la especie. Es muy importante de nuevo esta condición de agresividad en la heterosexualidad ya que es la única que tiene capacidad de crear algo nuevo: un nuevo ser. Y este es el modelo de “Pensamiento Heterogenital” donde análogamente se producen procesos de Pensamiento creadores de vida, de avance y de aportación a los demás.

Pienso que el nacimiento de una idea es fruto de ideas anteriores y al igual que un nuevo ser, no tienen propiedad y este es el modelo de como la Ciencia y Investigación en cualquier campo puede avanzar.

De nuevo, se equipara lo biológico y lo psíquico.

“En las funciones biológicas ambos instintos se antagonizan o combinan entre sí. Así el acto de comer equivale a la destrucción de objeto con el objetivo final de su incorporación; el acto sexual, a una agresión con el propósito de la mas intima unión. Esta interacción sinérgica de ambos instintos básicos da lugar a toda una abigarrada variedad de los fenómenos vitales”. “Compendio de Psicoanálisis” (1938).

El objetivo de la Pulsión de Muerte no es tanto destruir, agredir como separar. Inclusive todos los días nos separamos del mundo real y las funciones de percepción dejan de funcionar para poder dormir, entiendo que el dormir es una especie de muerte que nos permitimos todos los días, donde solo el Inconsciente funciona y de ahí la producción de sueños, ya que el mundo externo deja de existir.

Sabido es de las dificultades de las personas que no pueden separarse del carácter actuador de la actividad diaria para entrar en el estado del dormir, donde la Pulsión de Vida esta disminuida al mínimo. “El Yo transitoriamente deja en suspenso sus funciones y permite el retardo a un estado anterior .Como no podría ser de otro modo lo realiza rompiendo sus relaciones con el mundo exterior y retirando sus catexias de los órganos sensoriales.” “Compendio de psicoanálisis” (1938).

El segundo escenario donde actúa el Sadismo pero vuelto hacia uno mismo es en el ejemplo más claro de la Depresión.

Es en este caso donde la Pulsión de Muerte actúa en mayor cantidad que la Pulsión de Vida.

“Los peligrosos instintos de muerte son tratados en el individuo de muy diversa manera; parte de ellos queda neutralizada por su mezcla con componentes eróticos otra parte es derivada al exterior como agresión y una tercera la más importante continua libremente su labor interior”.”El yo y el ello “.

Es esta tercera, precisamente a la que me refiero en este apartado

“Como sucede pues que en la melancolía se convierta el Super Yo en una especie de punto de reunión de los instintos de muerte.” “El yo y el ello.”

“Nos muestran al yo dividido en dos partes; una de las cuales combate implacablemente a la otra…ya en otras ocasiones hemos tenido que construir la hipótesis de que en nuestro yo se desarrolla tal instancia que puede separarse del otro yo y entrar en conflicto con el. A esta instancia le dimos el nombre de ideal del yo ( Ichideal )y le adscribimos como funciones la auto observación, la conciencia moral, la censura onírica y la influencia principal en la represión. “Psicología de la masas y análisis del yo”.

El sadismo que se ejercería en la relación sexual sobre el objeto, es aquí ejercido sobre el propio Yo; Es análogo a acción sexual pero como la Pulsión de Muerte en este caso no está asociada a la Pulsión de vida, se trata de una sexualidad involucionada, regresiva. Se toma al Yo como objeto y se le somete .Algo similar al proceso que tiene lugar en el modelo del masoquismo moral.”Procedente del Instinto de Muerte que eludió ser proyectado al mundo exterior”.” El Problema económico del Masoquismo”.

Me parece interesante aquí pararnos a reflexionar sobre cuáles son las dificultades que encuentra el Yo para que esta relación revierta. El Yo tendría que oponerse, ejercer una determinada fuerza u oposición ante ese Ideal que le está sometiendo pero esta débil e incapacitado sobre todo por el carácter inconsciente que esto encierra.

Vayamos al origen para desentrañar la atadura del Yo. Si entendemos la depresión como síntoma y sabemos que este implica siempre una satisfacción sustitutoria, se satisface la necesidad de castigo por los deseos infantiles de orden incestuoso, así que es muy difícil que el Yo paralice ese proceso ya que inconscientemente supondría una revelación de carácter sexual. Esta forma de articularse el sentido sádico de la relación es muy importante ya que entonces se entiende que el Yo no puede mostrar su agresividad para parar esta acometida del Ideal del Yo porque lo entiende como algo de carácter sexual y le acomete de nuevo la culpa, instaurándose así un ciclo vicioso del cual es muy difícil salir.

“El ideal puede permanecer en gran parte inconsciente e inaccesible al yo”.”Psicología de las masas y análisis del Yo”.

Parece claro entonces, que esta relación sádica ideal del yo con el Yo está sexualizada.

Importante esto en la Técnica ya que al podérselo señalar o interpretar a los pacientes entiendo es de gran ayuda, revelando el carácter inconsciente que estaba debajo y que impedía toda acción, reacción del Yo, frente a esto.

“Acabamos de descubrir que se trata de un factor de orden moral, de un sentimiento de culpabilidad que haya su satisfacción en la enfermedad y no quiere renunciar al castigo que la misma significa. Pero este sentimiento de culpabilidad permanece mudo para el enfermo. No le dice que sea culpable, y de este modo el sujeto no se siente culpable, sino enfermo ”El yo y el ello”.

Se descarga placer masoquista pero se descarga en definitiva, es decir que tiene un carácter liberador que regulariza la tensión. La Pulsión de Muerte tiene el mismo proceder en este sentido que la de Vida, como menciona antes. Se descarga pulsión, pulsión de Muerte.

En este sentido, he podido constatar como varios pacientes refieren:”Mi peor enemigo soy yo”, cuándo verdaderamente son conscientes de que hay algo interno que les somete y que no proviene de el exterior.

Esto nos lleva a otra reflexión: Es interesante poder observar en nuestro trabajo como psicoanalistas en qué medida los pacientes tienen confundido lo Agresivo y lo Sexual, de manera que las dos características principales de la Sexualidad que son la Producción de Vida y el Placer, se niegan o se sustituyen de ahí la famosa “Escena Sádica Primaria” que es tan propia de la fantasía infantil pero que aparece por igual negada en el análisis de adultos.

He observado que en pacientes con padres sádicos muestran en el análisis un discurso de carácter masoquista y depresivo que culpabiliza a los progenitores de su malestar. Aunque esto sea cierto, no negamos la Realidad, que no es objeto de análisis puesto que nada se puede hacer, pero si podemos poner de relieve que el paciente puede estar tributando el castigo por la propia culpa. En estos casos, existe una enorme dificultad en reconocer la propia identidad y los propios méritos y disfrutarlos, ya que el disfrute de nueva volvería a estar cargado del placer propio de la sexualidad y eso el Yo no se lo puede permitir porque volvería a generar el malestar de la culpa.

También podemos observar justamente lo contrario, que con progenitores no sádicos se ha instaurado un Ideal del yo que si lo es, de manera que aun ateniéndonos a la realidad personal, lo que es incuestionable es que las relaciones del aparato psíquicos son intrapsíquicas, su construcción y relación le pertenecen por completo al sujeto y gracias a esto podemos intervenir con el tratamiento psicoanalítico teniendo en cuenta el carácter inconsciente que entraña y que al ser desvelado, puede liberar al sujeto.

Mi consideración personal es que la Agresividad es necesaria para que se produzca la separación de esas dos instancias psíquicas (Ideal del Yo—Yo).Si se inhibe la agresividad, no hay separación y el yo se sigue sosteniendo gracias al Ideal. Este trabajo psíquico de separación de consolidación y de hegemonía yoica supone una renuncia al Ideal (sea el que sea) y un sufrimiento ya que aunque se sufra el síntoma de estar sometido a él, paraliza los procesos de tener la experiencia personal; las angustias de castración también se ponen en evidencia cuando se tiene que producir esa renuncia a la propia omnipotencia colocada en el Ideal del Yo. El Ideal del Yo no es algo magnifico sino que es algo que se impuso desde fuera como un conjunto de Referencias, Preceptos y Prohibiciones que el Yo asumió y que en su momento ayudo a la consolidación yoica pero que necesita ser revisado, “reeditado” en el trabajo psicoanalítico en base a criterios propios ya que puede estar muy alejado de lo que el Yo Es.

Comenta Freud:

“Ciertamente este elevado ser es el Ideal del yo o Super Yo, representación de la relación del sujeto con sus progenitores. Cuando niños hemos conocido admirado y temido a tales seres elevados y luego los hemos acogido en nosotros mismos”

Es posible que el paciente trate de colocar a su analista como Ideal del Yo tal como se hizo originariamente en la fundación del yo, pero esto también puede ser interpretado en el análisis.

En ocasiones el Ideal ha eclipsado de tal manera al Yo que este esta tan precariamente constituido que necesita en un primer paso irse construyendo. Es la gran paradoja, como ocurre en otras ocasiones: necesario en su fundación pero invalidante si se perpetúa en el tiempo.

Esta articulación me parece interesante tenerla en cuenta en el trabajo psicoanalítico.

Esta dificultad añadida de que en la génesis de la identidad del Yo interviene el Ideal del Yo con lo cual el Yo cree que puede perder su identidad si se separa de este Ideal se manifiesta en los trabajos de Freud: “Esto nos lleva a la génesis del Ideal del yo pues detrás de él se oculta la más importante identificación del individuo, o sea, la identificación con el padre.”

“La identificación resulta la más temprana y primitiva forma del enlace afectivo”. “Psicología de las masas y análisis del yo”.

Recuerdo un paciente que se angustiaba enormemente por criticar o valorar a sus padres; creyendo que eso era lo mismo que perderlos y quedarse sólo, con la sensación de que se desestructuraría su identidad y que en cualquier caso: “Eso no estaba bien”.

El trabajo terapéutico esencial fue separarse de ese Ideal, que el Yo pudiera progresivamente separarse sin que acudiesen ideas de confusión, de pérdida de la identidad etc.…

Creo como proponía en el resumen que son interesantes también las Relaciones que se pueden establecer entre Depresión y Manía con Pulsión de Muerte y Pulsión de Vida

“Según nuestra concepción del sadismo, diremos que el componente destructivo se ha instalado en el super yo y vuelto contra el yo. En el super yo reina entonces el instinto de muerte que consigue con frecuencia llevar a la muerte al yo si este no se libra de su tirano refugiados en la manía.”

Vemos en Freud la importancia de la Manía como defensa ante la Depresión, pudiéndose deducir que si en esta estrecha relación la Depresión significa Pulsión de muerte, la Manía equivaldría a la Pulsión de vida.

Para Freud en la Manía el Ideal del yo y el Yo están confundidos:”Desde el punto de vista de análisis del yo es indudable que en el maniaco el yo y el ideal del yo se hayan confundidos de manera que el sujeto dominado por un sentimiento de triunfo y de satisfacción y no perturbado por la crítica alguna, se sienta libre de toda inhibición y al abrigo de todo reproche o remordimiento”

Esta es la expresión del carácter peligroso de la manía que tiene un sentido actuador y narcisista, que acaba según la intensidad de la misma no percibiendo bien la realidad.

Y en la depresión, según Freud, el Ideal y el yo están en oposición: “Menos evidente pero verosímil es que la miseria del melancólico constituye la expresión de una oposición muy aguda entre ambas instancias del yo oposición en la cual el ideal, sensible en exceso, manifiesta implacablemente su condena del yo con la manías del empequeñecimiento y de la auto humillación”.”Psicología de las masas”

Siendo estos dos los extremos propuestos por Freud del actuar psíquico, por otra parte siempre nos movemos continuamente entre una cierta Manía y una cierta Depresión que fluctúa a lo largo de la vida y que es necesario; lo que constituye sufrimiento es cuando cualquiera de las dos es excesiva, no pudiéndose alternar.

Para finalizar, la tercera de las salidas y del funcionamiento de las dos Pulsiones cuando Pulsión de Muerte no se enlaza con la de Vida o digamos que son cuantitativamente diferentes.

La Pulsión de muerte con su representante fundamental que es el sadismo tiene otra posibilidad diferente a la anterior y es cuando actúa sobre el objeto pero no va unido a la Pulsión de Vida o ésta es de una cantidad menor.

Esta tercera vía de manifestarse la Pulsión de Muerte es característica de todas las Perversiones.Comenta Freud al respecto:

“Una vez admitida la idea de una mezcla de instintos de ambas clases, surge la posibilidad de una disociación más o menos completa de los mismos.”“En el componente sádico del instinto sexual tendríamos una mezcla adecuada de instintos y en el sadismo devenido independientemente como perversión. “El yo y el ello.”

Este es el caso, cuando el sadismo actúa independientemente.

“El yo amándose a si mismo solo ama los demás en cuanto le sirven para la satisfacción de sus necesidades.” Psicología de las masas.

Distinguía Freud la concepción donde el sadismo que está al servicio de Pulsión de Vida de lo que es puramente lo agresivo. “Yo ya no puedo entonces como pudimos pasar por alto la existencia universal de una agresión no erótica y pudimos dejar de concederle su importancia en nuestra interpretación de la vida.”Psicología de las Masas”.

Entiendo que “la agresión no erótica” es la que no va sujetada o en combinación con la Pulsión de Vida, es la Perversión y los vínculos perversos que funcionan básicamente según los Principios de la Pulsión de Muerte.

Lo expresa de otra manera y atendiendo al carácter evolutivo al decir: “Generalizando rápidamente, supondremos que la esencia de una regresión de la líbido por ejemplo de la fase genital a la fase sádico anal está integrada por una disociación de instintos”. “El yo y el ello”.

Esta ha sido una presentación general de la diversidad de la actuación de las dos pulsiones principales y de lo que de ello se deriva. Si las funciones que ambas ejercen se equilibran y alternan hablaríamos de un adecuado funcionamiento de lo mental; si las funciones no están equilibradas y no se pueden alternan entraríamos en el orden de lo disfuncional.

De un modo muy esquemático y aun a riesgo de simplificarlo excesivamente supondría que: Si el representante de la Pulsión de Muerte no puede funcionar en un principio “hacia fuera” junto a la de Vida, el resultado son patologías narcisistas, si se consigue estaríamos en un orden mas neurótico. Si el sadismo de la Pulsión de Muerte actúa en el interior tenemos patologías que ponen en evidencia la relación desestructurarte del Ideal del Yo con el Yo y finalmente si el sadismo actúa sin vincularse con la Pulsión de Vida hacia fuera tendríamos las Perversiones.

Creo que existe una dificultad extrema en el manejo del sadismo por parte del aparato psíquico; se tendría que dar de manera que el sadismo sea propulsor de un psiquismo capaz de solventar los conflictos. Donde la agresividad quede ajustada suficientemente para funcionar hacia fuera en la necesaria relación con los demás y hacia dentro en la también necesaria constitución de ese Ideal del para que ejerza su función estructurante. En este caso y puesto que ambas pulsiones trabajarían a la par no causaría daño ni al objeto ni al propio sujeto. Difícil tarea la combinación y alternancia de las dos pulsiones.

Acabo con palabras de Freud que ponen de realce esta difícil situación que se nos impone a los hombres:

“Es singular que cuanto más limita el hombre su agresión hacia el exterior más severo y agresivo se hace en su Ideal del yo.” El yo y el ello.

“La posibilidad de que la agresión no halle satisfacción en el mundo exterior por tropezar con obstáculos reales .En este caso retrocederá y pasara a incrementar el montante de la autodestrucción interior”. Nuevas Lecciones de Psicoanálisis.

La restricción de la agresividad es el sacrificio primero y quizás el más duro que la sociedad exige al individuo.”Nuevas Lecciones de Psicoanálisis”.